lunes, 23 de abril de 2012

LOBO GRIS


Ningún animal tiene un papel tan
destacado en los mitos y leyendas de 
los pueblos septentrionales como 
el lobo.

Quedan hoy dos especies de lobos. 
El lobo gris actualmente está restringido 
a unos cuantos grandes bosques del 
este de Europa, algunos refugios 
montañosos aislados en la región 
mediterránea, montañas y zonas 
desérticas de Oriente Medio, y zonas 
yermas en Asia y Norteamérica. 
Este declive es el resultado de la 
persecución del hombre y de la destrucción 
de su hábitat.

El extremadamente raro lobo rojo se 
encontraba en otros tiempos
 en la parte sudeste de Estados Unidos, 
pero hoy se le considera extinto en libertad, 
como resultado sobre todo de una hibridación 
con los coyotes que se desplazaron hacía 
el Este.

Los lobos ingieren una amplia variedad 
de alimentos. En la taiga y en la tundra, 
las presas típicas son el alce, el ciervo y 
el caribú, animales que pesan hasta 
diez veces más que el lobo y que son 
cazados por las manadas. Los animales 
jóvenes o viejos o los más debilitados, 
son las víctimas más probables. Los 
mamíferos más pequeños como el tejón 
o la liebre, suelen ser presas importantes 
sobretodo en verano.



En ocasiones comen carroña y vegetales; 
incluso llegan a hurgar en cubos de basura 
y en los vertederos.

Para encontrar comida suficiente las 
manadas de lobos necesitan extensas 
zonas que varían entre los 100 y 
los 1000 Km. dependiendo sobre todo 
de la densidad de las presas. Las 
marcas olorosas y las vocalizaciones 
(los largos y profundos aullidos que 
junto con ladridos, gruñidos y gemidos, 
constituyen el vocabulario del lobo) 
ayudan a definir y a defender estos 
territorios.

Muchas manadas ocupan durante todo 
el año territorios estables en zonas boscosas. 
En las regiones de la tundra septentrional,
 las manadas suelen ser nómadas, ya que 
siguen las migraciones del caribú y del saiga.

El núcleo de la manada de lobos es la 
pareja reproductora, generalmente los 
lobos se aparean de por vida. Las posturas 
del cuerpo son parte importante del lenguaje 
que crea y refuerza la jerarquía de la manada. 
El tamaño de esta depende del volumen y 
de la disponibilidad de las presas. En tierra 
de alces hay manadas de hasta 20 individuos, 
pero este número desciende a siete cuando la 
presa principal es el ciervo. En los Abruzzos 
donde la mayor parte de las presas han sido 
exterminadas, los lobos subsisten gracias a 
los desechos humanos. Allí los lobos suelen 
desplazarse solos.

La reproducción tiene lugar a finales de 
invierno y nacen de cuatro a siete cachorros 
ciegos e inermes en una madriguera o lobera. 
Al cabo de un mes salen de ella para recibir 
comida y atenciones de sus padres y otros 
miembros de la manada.

Si la comida abunda estos ayudantes 
pueden contribuir a la crianza de los 
cachorros hasta que a los tres o cuatro 
meses ya pueden viajar con la camada.

Si el alimento escasea, las posibilidades 
de supervivencia de los cachorros disminuye. 
Algunos abandonan la manada durante la 
siguiente época de reproducción, mientras 
otros se quedan como ayudantes. Los lobos 
alcanzan la madurez sexual aproximadamente 
a los dos años.  



A veces las manadas de lobos se enfrentan. 
En tales casos suele librarse una dura lucha 
con el resultado corriente de algún lobo muerto. 
Estos encuentros aunque raros han sido la 
principal causa natural de muerte en la última 
década en Minnesota, Estados Unidos 
¿ Cómo reconocen los lobos la periferia de 
su territorio y por lo tanto evitan así la 
presencia de sus vecinos?



Las marcas de olor facilitan parte de la respuesta. 
Los animales dominantes orinan en objetos o 
en lugares determinados cada tres o cuatro minutos, 
mientras la manada recorre su territorio. 
El número de marcas olorosas en los límites 
del territorio es el doble que en otros lugares 
de este, no obstante se sabe que los lobos 
incrementan sus marcas de olor después de 
encontrar otras marcas dejadas por lobos de 
otras manadas.

El mayor número de marcas olorosas tanto 
propias como extrañas indica al lobo la 
periferia de su territorio, pudiendo evitar así, 
el adentrarse en zonas peligrosas.

Sin embargo, las marcas de olor solo informan 
a una manada acerca de donde estaban sus 
congéneres, y aproximadamente de cuando 
pasaron, pero no de donde se encuentran 
en ese momento. Las marcas de olor por si solas 
no impedirán un encuentro causal. 









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