miércoles, 25 de abril de 2012

LA HISTORIA DEL LOBO


La historia del lobo no se entendería sin la relación que ha mantenido este cánido desde tiempos ancestrales con su gran competidor, el hombre.

Desde el comienzo hemos vivido en compañía de lobos, siempre han estado disputando el terreno a la especie humana, siempre han competido por los últimos reductos de la caza. Al principio se libró una tremenda lucha entre ambas especies, una pelea que tenía más que ver con la hegemonía que con la propia supervivencia. Esta lucha se prorrogó desde los oscuros milenios de la prehistoria hasta un pasado relativamente reciente.

Nos tendríamos que remontar al Paleolítico para entender la evolución de esta mala relación. Los dos eran sociales, vivían en grupos y podían cazar para subsistir gracias al trabajo en equipo. Pero las cosas se complicaron a partir del Neolítico, cuando el hombre decidió transformar sus costumbres para poder subsistir, convirtiéndose en agricultor y pastor. La mentalidad del hombre cambió radicalmente y también su comportamiento, surgiendo un sentimiento injustificado de propietario de la naturaleza y sus bienes.

Existen pocos animales más odiados que el lobo. Nuestra tradición de origen judeocristiano, alojada en nuestro inconsciente colectivo es rica en alusiones a la supuesta perversidad y agresividad del lobo. Antropormofismos bíblicos han contribuido a que se haya considerado al lobo como una "criatura de las tinieblas", incluso vinculada al demonio. Otras culturas más compenetradas con el medio natural, menos ignorantes que la cristiana, (capaz de mantener a las personas en la ignorancia y el miedo) han visto en el lobo un símbolo de la sociabilidad, la eficacia y la inteligencia. Mitos y leyendas conferían al lobo gran importancia, los egipcios lo consideran un protegido de la diosa Osiris, ya que ésta había tomado la forma de este animal y en los jeroglíficos es símbolo del valor. Entre los griegos lo asocian con Marte como depredador y guerrero pero a su vez también lo unen a Apolo, que era hijo de las tinieblas y la luz. El bosque que rodeaba el templo dedicado en Atenas a ese Dios se llamaba «Lukaion» o sea «dominio de lobos», en él impartía lecciones Aristóteles y de ahí proviene la palabra «Liceo». Leto, amante de Zeus, se transforma en loba para amamantar a Apolo y a Artemisa.


 La loba capitolina de los mitos de Rómulo y Remo o el de Gárgoris y Habis presentan situaciones similares, en las que cachorros humanos son amamantados por lobas, el lobo anima las fiestas lupercales de la Roma antigua. Los indios norteamericanos ven en el lobo un honorable competidor, al que respetan y admiran. Las grandes familias turcas y mongolas consideraban al lobo azul como su antepasado.

Un depredador como el lobo, único capaz de hacernos frente en la naturaleza que nos rodea, y que actúa de forma organizada y efectiva, despierta en el hombre los ancestrales miedos a ser cazado. Sin embargo en la milenaria pugna entre lobo y hombre, las agresiones del lobo frente a las nuestras son infinitamente menores. La prueba es la actual situación de su especie.


AMOR DE LOBA


El sonido de esta soledad hiere hasta desgarrar el alba que neviza mi existir, 
Vacía de cuerpo y alma, frio que marca mi piel y este instinto que resiste, 
Clamando por ti cada despertar…. 


Es tan agradable soñar, con el corazón despierto, esperanzas que me alienta a seguir, 
Has anidado en mi corazón, aun temiendo saber si existías, te adueñaste de mi vida…. 


Tus aullidos guiaron mis pasos a ti, te creía tan lejos y estas aquí, serás mi amor por siempre, 
Cruce los siete mares y los volvería hacer, una y mil veces por sentir tu calor…. 


Eres la sangre que corre por mis venas, eres mi sueño anhelado, eres mi amor, mi esencia, 
Cada musa es por ti, aullido hecho canción, que nace de mí, eres amor que vive en mí interior, 
Eres quien hace no rendirme…. 


Te has convertido en mí respirar, tu eres mi paz en cada palabra, eres quien guía mis pasos al 
Andar, te has vuelto la escancia de este incesante anhelo por tenerte, 
Yo sin ti me siento perdida…. 


Tu mirada jamás olvidare, junto a la luna nos reflejamos, y aunque la noche estuviere nublada, 
Tú serás mi luna, que me abraza y me brinda su calor. 


Si este amor algún día llega a su fin, será porque habría muerto, 
Solo sabrás que somos como el color de nuestra sangre, 
Sangre que nos unió en un amor que quedara grabado en la corteza del destino por la eternidad. 


Soy por ti canción al andar, Soy tu loba por la eternidad…..





LOBA