sábado, 28 de abril de 2012

UN CAZADOR MATA EL LOBO DEL SIGLO


Hacía más de 120 años que los lobos, cuya población se incrementa en Alemania, desaparecieron de Renania-Palatinado. El ejemplar abatido era el único conocido.


Hacia más de 120 años que los lobos, cuya población se incrementa en Alemania, desaparecieron de Renania-Palatinado


El único lobo que habitaba los bosques de la región alemana de Renania-Palatinado, en el oeste del país, fue abatido el sábado, aparentemente por error. Era un lobo de un valor extraordinario, porque hacía 123 años que ese animal había desaparecido de la región. El martes, un anciano guardabosques de la localidad de Motabaur se presentó voluntariamente ante la policía.


El hombre reconoció haber matado al lobo, pero dijo que fue un error, que lo había confundido con un perro asilvestrado. “Siente mucho haber matado a un lobo”, dijo un portavoz policial de la región. El lobo es especie protegida, por lo que el responsable de la muerte arriesga hasta cinco años de prisión.


El ejemplar, un macho de 33 kilos, ha sido identificado por los especialistas como el mismo que fue fotografiado en la región el pasado febrero. Aquella foto fue un acontecimiento, pues era la primera vez desde 1889 que se comprobaba la presencia de lobos en los bosques de la región. El ejemplar muerto, que fue hallado por unos excursionistas, es el mismo de la foto “con un 99% de posibilidades”, ha dicho un portavoz de la asociación regional de cazadores.


Como en otros países de Europa, el lobo está regresando a Alemania, donde fueron detectados por primera vez en 1998 procedentes de Polonia. Su población actual se reduce a alrededor de un centenar de ejemplares, pero en los últimos años se ha comprobado su extensión regional, desde el Este del país, donde la despoblación de más de dos millones de habitantes y la desindustrialización que siguió a la reunificación de 1990, han incrementado considerablemente los espacios vacíos.


Su primer asentamiento se localizó hace 12 años en la región de Oberlausitz, en Sajonia, en una zona que alberga polígono militar de 163 kilómetros cuadrados. Las camadas de dos hembras asentadas allá dieron lugar a más de un centenar de cachorros. Algunos se extendieron por las regiones vecinas de Alemania del Este, otros murieron, por caza furtiva o atropellados por coches, y algunos regresaron a territorios del Este de Europa. De uno de los ejemplares, marcado electrónicamente, se comprobó que hizo una larga travesía de más de 1500 kilómetros hasta Bielorrusia, atravesando toda Polonia, numerosas carreteras y los ríos Oder y Vístula.


Los especialistas consideran imparable el regreso de estos animales cuya población alemana ha pasado en doce años, desde una hasta las doce manadas localizadas hoy, con alrededor de un centenar de ejemplares. Dos de ellas están localizadas en los alrededores de Berlín, donde hay extensas y muy solitarias zonas boscosas. Pero además de por la protección y de la presencia de un entorno natural, que en algunas zonas de Alemania del Este se ha hecho mas favorable por más solitario, el proceso tiene que ver también con la adaptación de los animales a los medios más insospechados. Gracias al seguimiento mediante dispositivos electrónicos se comprobó hace poco que una hembra organizó su madriguera y tuvo su camada en un lugar muy cercano a una autopista.


El año pasado se organizó en Berlín una exposición fotográfica sobre los nuevos hábitos de animales salvajes que ya conviven con la ciudad, en cuyos parques y calles ya no es tan raro toparse con jabalís, zorros y otras especies salvajes urbanizadas que se alimentan de basuras.


fuente: http://www.lavanguardia.com










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