Unos desconocidos han dejado un lobo decapitado delante de la Consejería de Agroganadería en Infesto (Asturias) para dejar claro su descontento por la gestión autonómica. A los ganaderos les parece poco matar a 47 cánidos y dos camadas al año de una población formada por unas treinta manadas.
Los lobos están sufriendo una oleada de atentados en diferentes puntos de España. Véase como ejemplo en la zona de Asturias, hace unos días unos funcionarios del Parque Nacional de Picos de Europa subieron un vídeo a internet en el que se veía como mataban a unos lobos para controlar su población. En el vídeo se veía como el animal era abatido y arrastrado de una cuerda por los caminos.
En Tábara (Zamora), unos desconocidos mataron de un disparo a un lobo que vivía en un recinto cerrado de la Junta de Castilla y León y que se encontraba esperando ser trasladado en unos meses al Centro Temático del Lobo en la Sierra de la Culebra. Su madre, rescatada como él de un zoológico y que iba a llevarse al mismo lugar como atracción turística y educativa, murió hace dos años, también por disparos furtivos.
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