Los ritos no sólo son una traducción de las ceremonias religiosas en actos concretos, sino que además brindan la posibilidad de acceso a nuevas experiencias personales, sobre todo para los varones. Al no existir una teología uniforme ni prescripciones dogmáticas de ningún tipo, cada cual puede, a partir de los conceptos comúnmente aceptados, construirse su propio sistema religioso, que sólo es valido para él. El principal medio para llegar a esto es la "búsqueda de visiones".
A ella se dedican en general los jóvenes durante la pubertad, pues el rito señala al mismo tiempo su nueva condición social. Para dicha "búsqueda" se retiran a una colina solitaria donde se entregan al ayuno y la oración. En lengua dakota este ascetismo particular recibe el nombre de hanbleceyapi ("llanto por la visión") y denota que el asceta-aspirante debe implorar la compasión de los seres wakan desnudo y desgreñado, en señal de humildad, y con abundantes lágrimas. De ese modo trata de persuadirlo a que reciban su plegaria, es decir, a que acepten su parentesco con él. Para ello se coloca en un espacio recubierto de salvia, hierba sagrada de los seres wakan cuyos efluvios aromáticos alejan da las fuerzas malévolas. Los cuatro puntos cardinales se marcan por medio de postes a los que se sujentan trozos de tela de colores, a guisa de ofrendas.
Dentro de ese lugar sagrado, el "buscador de visiones", implora y suplica a voces que le sea concebida una revelación, esperando así que los seres wakan lleguen a comunicarse con él. En tal caso, sabrá que lo han elegido para desempeñar en el mundo una tarea unificada. No se le dan instrucciones concretas sobre el modo de obrar, pero el tipo de visión que haya tenido determina ciertos actos o el cumplimiento de deberes específicos. Puede estar destinado, por ejemplo, a ejercer futuras funciones de curandero o a actuar como heyoka, que todo ha de hacerlo "hacia atrás".
Aunque la búsqueda de visiones es un asunto individual, muchos modelos de visión se asemejan unos a otros, por lo que antiguamente los que habían tenido visiones análogas solían asociarse para ejecutar en común los correspondientes ritos. En este sentido, la visión es una experiencia a la vez individual y colectiva.
(...) El baño de sudor, la búsqeda de visiones y la danza del Sol son, entre los oglalas, las ceremonias tradicionales que mejor reflejan la continuidad de su cultura. Por supuesto, sus formas externas han tenido también que adaptarse en parte a las nuevas circunstancias de la vida, pero su sentido original se mantiene todavía hoy.
Cada vez son más numerosos los oglalas que construyen un "sudadero" junto a su casa para allí tomar el baño ritual con sus amigos y parientes. La ceremonia no estas ligada a ninguna ocasión especial; su objeto es ayudar a relajarse y reforzar el setimiento comunitario, constituyendo al mismo tiempo una profesión de los calores tradicionales de la sociedad oglala.
Más aún que purificar el cuerpo haciendo que suden los que participan en esta ceremonia intentan purificarse espiritualmente alejando de sí todo mal pensamiento; por eso, el rito se acompaña de oraciones y cánticos. A esta purificación ritual debe uno somterse sobre todo antes de tomar parte en cualquier acto religioso importante, por ejemplo, la búsqueda de visiones o la danza
del Sol.